Por Abel Ros.- Más allá del rifirrafe entre Ayuso y Casado, existen otros males mayores. Males, como les digo, que pasan de puntillas por las calles del vertedero. Tales males no son otros que el riesgo inminente de reestructura social. Asistimos, y hay motivos para un nuevo 15-M, a un empobrecimiento agudo de la clase media. Un empobrecimiento, queridísimos lectores, que viene causado por la subida exacerbada del precio de la luz, la gasolina y el carro de la compra. En el último trimestre, el recibo de la luz ha crecido a cifras anómalas; tanto que para un mileurista supone alrededor de cien euros al mes. A esta subida, debemos sumarle alrededor de un treinta por ciento que se destina al pago del alquiler. Un cinco por ciento a la factura del agua. Y, casi ochenta euros que cuesta llenar el depósito del coche. Con estos números sobre la mesa, la inmensa mayoría de los españoles hacen malabarismos para llegar a fin de mes.
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